Demi Lovato habló sobre su pasado adictivo a la cocaína, el martes de (10 de diciembre) en la edición de "Access Hollywood Live".
Sobre lo manipuladora que era: "Soy muy, muy buena en manipular a la gente y eso fue algo que hice con mi enfermedad. Me gustaba manipular todos a mi alrededor. Había veces me gustaba simplemente seguir mintiendo, para que todo se vea bien en el exterior".
Sobre su adicción a la cocaína: "No podía estar 30 minutos sin probar cocaína. Incluso me las arreglaba para pasar droga y drogarme en los aviones. Esperaba que todo el mundo duerma para poder ir al baño y hacerlo".
Sobre cuando tocó fondo: "Recuerdo que iba al aeropuerto y tenía una botella de Sprite que estaba llena de vodka. Eran tan sólo las nueve de la mañana y ya estaba vomitando en el coche y era sólo porque tenía que tomar un avión para regresar a Los Ángeles e ingresar a un centro para tratar de estar sobria. Tuve toda la ayuda del mundo, pero no la quería. Cuando llegó ese momento, me di cuenta que ya no era divertido. Realmente he nunca hablé de estas cosas antes. No sé si deba estar compartiendo esto".
Sobre sus desordenes alimenticios: "Siempre estuvieron allí, pero despertaron cuando tenía entre 8 y 9 años de edad. Empecé a comer en exceso, comer en exceso compulsivamente. Me gustaba hacer galletas y luego comer todo tipo de pan. Haciendo eso, comencé a ser infeliz con mi cuerpo. Entonces, comencé a padecer hambre y luego a vomitar y morirme de hambre. Las cosas se pusieron peores después, ya que comencé a vomitar sangre y fue ahí que me di cuenta si no dejaba de hacer eso me iba a morir".
Sobre lo manipuladora que era: "Soy muy, muy buena en manipular a la gente y eso fue algo que hice con mi enfermedad. Me gustaba manipular todos a mi alrededor. Había veces me gustaba simplemente seguir mintiendo, para que todo se vea bien en el exterior".
Sobre su adicción a la cocaína: "No podía estar 30 minutos sin probar cocaína. Incluso me las arreglaba para pasar droga y drogarme en los aviones. Esperaba que todo el mundo duerma para poder ir al baño y hacerlo".
Sobre cuando tocó fondo: "Recuerdo que iba al aeropuerto y tenía una botella de Sprite que estaba llena de vodka. Eran tan sólo las nueve de la mañana y ya estaba vomitando en el coche y era sólo porque tenía que tomar un avión para regresar a Los Ángeles e ingresar a un centro para tratar de estar sobria. Tuve toda la ayuda del mundo, pero no la quería. Cuando llegó ese momento, me di cuenta que ya no era divertido. Realmente he nunca hablé de estas cosas antes. No sé si deba estar compartiendo esto".
Sobre sus desordenes alimenticios: "Siempre estuvieron allí, pero despertaron cuando tenía entre 8 y 9 años de edad. Empecé a comer en exceso, comer en exceso compulsivamente. Me gustaba hacer galletas y luego comer todo tipo de pan. Haciendo eso, comencé a ser infeliz con mi cuerpo. Entonces, comencé a padecer hambre y luego a vomitar y morirme de hambre. Las cosas se pusieron peores después, ya que comencé a vomitar sangre y fue ahí que me di cuenta si no dejaba de hacer eso me iba a morir".
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