Miley Cyrus lleva puesto un traje de baño negro en la portada de junio de la revista Billboard.
La ex estrella de Disney Channel, conversó con la revista sobre como su próximo álbum, "We Can’t Stop", se basa en su vida, su ética de trabajo y sus influencias.
En su ética de trabajo: "Nunca dejo de trabajar, nunca. Puse mi lista de canciones juntas esta mañana. Quiero que mi álbum sea el mejor del mundo, y he dado todo para llegar hasta aquí, incluso dejar de lado a los amigos, la familia y mis relaciones. Puse la música en el primer lugar de mi lista de prioridades. Eso ha sido una especie de viaje: No es como si me estuviera perdiendo a mi misma. De hecho, creo que ahora se quien soy realmente gracias a la música. Y todavía puedo cambiar. Porque yo no soy la misma persona que era hace seis meses, ni siquiera soy la misma persona que era hace dos semanas".
Sobre cómo "We Can’t Stop" se basa en su vida: "Tengo 20 años y quiero hablar con la gente que está despierta todas las noches con sus amigos. Está basada en una historia verdadera de una noche loca que tuve: cuando escuché la canción por primera vez, (sentí) que capturó exactamente lo que viví. No hice esta canción para los críticos, la hice para la gente que vive".
Sobre sus influencias en su disco: "Siempre me han gustado las influencias del rock country, pero ahora me moví más hacia el lado urbano. No es un álbum de hip-hop, aunque es un álbum pop, pero no estoy intentando rapear. Es más como que 'yo no veo a ningunas chicas haciendo lo que Miguel y Frank Ocean están haciendo'. Lo hemos llamado 'count-step', porque es como (una mezcla) de country, dubstep y un poquito de trap. Me encantan los Lumineers, pero también adoro a French Montana, Juicy J, Wiz Khalifa y Dolly Parton. Si uno pudiera juntar a Dolly, un poco de Adele y Juicy J, tendríamos un balance muy extraño".
Sobre su nueva visión de la música: "Ahora, cuando la gente va a iTunes y escucha mi música vieja, es algo que me irrita mucho, porque no puedo borrarla y empezar de nuevo. Con mi último disco [del 2009, Can't Be Tamed] me siento muy desconectada. Tenía 16 o 17 años cuando lo hice. Cuando uno está en los 20’, ya no conoce más a esa otra persona".
La ex estrella de Disney Channel, conversó con la revista sobre como su próximo álbum, "We Can’t Stop", se basa en su vida, su ética de trabajo y sus influencias.
En su ética de trabajo: "Nunca dejo de trabajar, nunca. Puse mi lista de canciones juntas esta mañana. Quiero que mi álbum sea el mejor del mundo, y he dado todo para llegar hasta aquí, incluso dejar de lado a los amigos, la familia y mis relaciones. Puse la música en el primer lugar de mi lista de prioridades. Eso ha sido una especie de viaje: No es como si me estuviera perdiendo a mi misma. De hecho, creo que ahora se quien soy realmente gracias a la música. Y todavía puedo cambiar. Porque yo no soy la misma persona que era hace seis meses, ni siquiera soy la misma persona que era hace dos semanas".
Sobre cómo "We Can’t Stop" se basa en su vida: "Tengo 20 años y quiero hablar con la gente que está despierta todas las noches con sus amigos. Está basada en una historia verdadera de una noche loca que tuve: cuando escuché la canción por primera vez, (sentí) que capturó exactamente lo que viví. No hice esta canción para los críticos, la hice para la gente que vive".
Sobre sus influencias en su disco: "Siempre me han gustado las influencias del rock country, pero ahora me moví más hacia el lado urbano. No es un álbum de hip-hop, aunque es un álbum pop, pero no estoy intentando rapear. Es más como que 'yo no veo a ningunas chicas haciendo lo que Miguel y Frank Ocean están haciendo'. Lo hemos llamado 'count-step', porque es como (una mezcla) de country, dubstep y un poquito de trap. Me encantan los Lumineers, pero también adoro a French Montana, Juicy J, Wiz Khalifa y Dolly Parton. Si uno pudiera juntar a Dolly, un poco de Adele y Juicy J, tendríamos un balance muy extraño".
Sobre su nueva visión de la música: "Ahora, cuando la gente va a iTunes y escucha mi música vieja, es algo que me irrita mucho, porque no puedo borrarla y empezar de nuevo. Con mi último disco [del 2009, Can't Be Tamed] me siento muy desconectada. Tenía 16 o 17 años cuando lo hice. Cuando uno está en los 20’, ya no conoce más a esa otra persona".
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